Desde principios de año, el grupo de Bricolaje y Jardín de Formación
de Adultos de Horizon nos hemos encargado de rehacer el huerto de la sede.
Hemos movido la tierra, clavado estacas y traviesas de madera procedentes de
palets que reciclamos en nuestro centro. Hemos cortado tablas para hacer el vallado y lo hemos lijado y clavado en su lugar definitivo.
Y también nos hemos dedicado a hacer semilleros, para después trasplantar las plantar a su lugar definitivo. Una labor en la que la concentración y paciencia es muy importante. Los cuidados de las plantas pequeñas nos hacen super responsables. Poner tierra, apretarla, poner las semillas, cubrirlas con tierra y regar todas las semanas hasta que llegan a la altura deseada. Labor concienzuda.
Y mientras se construía otro vallado para las plantas aromáticas,
avanzando poco a poco, tabla a tabla, fuimos llenando el primer bancal con las
plantas de los semilleros. Cebollas, puerros, fresas y caléndulas. Los caracoles
se comieron los brécoles y los repollos. Pero no perdimos nuestras ganas de
seguir.
Hay que regar y sallar para quitar las hierbas que compiten con nuestras plantas. El huerto es un trabajo a largo plazo.
Para quien visite nuestro huerto urbano ecológico, hemos puesto estacas con un dibujo y el nombre de las hortalizas hechas con un pirograbador, quemando la madera. Hacemos todo el trabajo con los materiales cercanos y naturales. Y como se puede apreciar, es accesible. Es elevado y se rodea por pasillos para llegar a todas partes.
En breve instalaremos un segundo refugio de insectos y cosecharemos las cebollas y puerros.
Incorporamos tierra de compost y poco a poco el huerto crece. Ahora tenemos tomates y tendremos nuevos puerros para finales de otoño. El resultado es ilusionante.