

A la mañana siguiente, después de dormir en unos apartamento super chulos, cogimos la furgoneta y nos fuimos a visitar otro pueblo marinero que se llama Llanes. Allí comimos y después regresamos a Torrelavega. Nuestra experiencia ha sido genial y se lo recomendamos a otros compañeros, para que disfruten como lo hemos hecho nosotros.